Reseña del film “El Club de los Vándalos”: ¿Futura película de culto?

Jeff Nichols nos entrega “El Club de los Vándalos” protagonizada por Jodie Comer, Austin Butler y Tom Hardy, una película con una historia de ficción inspirada en el fotolibro de 1967, The Bikeriders, de Danny Lyon. La cinta tiene un feeling de documental basado en una serie de entrevistas a un club de motorizados de los 60 realizadas por un estudiante de fotografía. A continuación, mis impresiones de esta entrega de Nichols que podría convertirse en un film de culto.

Un posible film de culto

Ciertamente uno de los mejores aspectos logrados del “Club de los Vándalos” es la ambientación de la trama. La audiencia se siente conviviendo junto a estos tipos rudos del club de motorizados, tanto las localizaciones como las vestiduras de todos los personajes están meticulosamente trabajados.

Esto junto a la sólida interpretación de Jodie Comer y Tom Hardy se llevan el film sobre los hombros. No es una historia con grandes giros, pero sí con un torbellino de emociones que te deja siempre interesado en el drama que vive cada uno de los protagonistas.

Austin Butler lo hace bien, aunque no podríamos decir que es su mejor trabajo, luego de verlo protagonizando “Elvis” y más tarde interpretando al temerario Feyd-Rautha en la segunda entrega de Dune, la vara quedó muy alta. Sin embargo, no es culta de Butler que su interpretación no resalte tanto en “El Club de los Vándalos”, ya que su personaje “Benny” es un tipo rudo que reprime completamente sus sentimientos la mayor parte del guion.

Final anticlimático como la vida real

Podría sentirse que el final de “El Club de los Vándalos” sea un tanto anticlimático, sobretodo para aquellos que esperan una historia de venganza o el regreso de Benny a su amado hobbie de conducir motocicletas. Pero analizando la intención del director, podemos comprender que esta historia busca ser percibida como de la vida real, en la que los colores no son tan saturados, y las injusticias están a la orden del día de la vida de cualquier mortal.

Aún cuando la trama no tiene mayores ambiciones más allá de pasearnos por los conflictos y dilemas emocionales de sus personajes, el feeling de documental que le ha dado Nichols logra que pactes con una resolución que podría catalogarse como “un final infeliz”… Aunque esa escena final de Benny sonriendo a la cámara mientras se escucha el rugir de motores de fondo puede ser interpretado como que él no ha acabado con su pasión por las motos.

En conclusión, “El Club de los Vándalos” es una película muy bien estructurada y actuada que puede ser apreciada por aquella audiencia amante de las películas de culto que exploran las emociones más controversiales del ser humano. Pero vale la pena acotar que podría parecer demasiado larga para aquellos que estén esperando grandes giros en su trama o algo más de acción considerando que es una historia de motociclistas. Mi recomendación es ir a verla sin ningún tipo de expectativas, sencillamente ir a disfrutar de una buena historia que bien podría ser de la vida real, aunque sea una ficción.